Pues sí: “El diseño es una profesión” y aunque para muchos de nosotros esta afirmación casi resulte perogrullada, parece que tenemos que seguir insistiendo en ella para que se reconozca la labor del diseñador como la de cualquier otro profesional como pudiera ser un médico, un abogado o un electricista.
La Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana insiste una vez más que para realizar proyectos de diseño se contacte con el profesional que se dedica a ello.
El intrusismo es un delito penal, según la legislación española. Sin embargo, debe ser uno de los menos penados, al menos en el diseño, porque sistemáticamente nos encontramos esta práctica irregular en nuestro sector. Y muchas veces, por parte de la administración pública.
La ADCV se ha reunido en varias ocasiones con diferentes responsables políticos para que conozcan nuestra labor. En esas reuniones les explicamos qué es el diseño, cómo se debe contratar y especialmente, por qué se debe contar con un diseñador profesional para encargos de diseño.
Contratar un diseñador para un proyecto es garantía de calidad, diferenciación, eficacia y rentabilidad económica. Entonces, ¿Por qué seguimos encontrando ejemplos no sólo particulares sino de la administración pública donde un proyecto de diseño se ha encargado a alguien que no se dedica a ello profesionalmente?
Basta ya de ignorar esta profesión y de respaldarse en argumentos como falta de presupuesto. Contratar diseño no es caro, es invertir en innovación y creatividad, y su uso ofrece beneficios no sólo rentables económicamente sino también de coherencia social e identidad cultural. Caro resulta el daño que una imagen como la reciente del cartel “Vive tu playa” transmite de la ciudad.
Hacemos una llamada de atención a los responsables de instituciones, administraciones públicas y empresas: Por el bien de la entidad que representan encarguen los proyectos de diseño a los profesionales del diseño. Está en juego la imagen de su empresa, de nuestra ciudad. Si algo les importa, por favor, dejen de llamar al sobrino informático, al funcionario que hizo un cursito de photoshop, al que tiene un rato libre, al becario de turno que se defiende con el ordenador o al amigo que por hobby dibuja.
Pónganse en contacto con un diseñador cualificado, y si no saben dónde o cómo, contacten con la ADCV, que queda a su entera disposición para ayudar a seleccionar al profesional adecuado.