Desde las asociaciones abajo firmantes manifestamos nuestro estupor y disconformidad con el proceso seguido para la elección del identificativo para la Candidatura Olímpica de Madrid 2020, así como con el resultado obtenido. La convocatoria de un concurso entre estudiantes, más allá de la desconsideración hacia el colectivo de profesionales del diseño y hacia la actividad profesional que desarrollan, no es un proceso idóneo para obtener la mejor solución. Incluso la tentación que supone un concurso de este tipo en lo que a repercusión mediática se refiere, suele volverse en contra y acabar con un resultado exactamente contrario al esperado, como ya conocen y como ya sucedió en el concurso de diseño para la candidatura de 2016.
Ya desde la redacción de las bases de este concurso, no queremos dejar de llamar la atención acerca de las condiciones en que se ha obligado a ceder sus derechos de autoría a los participantes. La creación debe ser respetada, y es inaceptable que la mera participación haya supuesto la cesión de derechos de todo el material presentado, no sólo el trabajo ganador, en unas condiciones absolutamente inaceptables hasta el punto de reservarse el convocante la facultad de cesión remunerada a terceros. Del mismo modo, y como ha podido seguirse en los medios de comunicación, es inadmisible también la desacertada decisión de incluir sin limitaciones de ningún tipo la cesión de cualquier derecho de transformación de la imagen original por un resultado final del que ni siquiera es responsable el estudiante ganador. Incluso la decisión de encomendar a una agencia de publicidad la transformación final, en lugar de optar por un equipo de profesionales del diseño, se ha demostrado también como una equivocación.
Un concurso convocado con criterios más de espectáculo que de excelencia en la calidad, sin las más mínimas exigencias de rigor profesional, sin un presupuesto acorde con la trascendencia del elemento resultante, previsiblemente acaba en un resultado fallido, como es el caso. Las consecuencias lo son sobre la imagen del convocante, pero también sobre nuestro colectivo y la labor que desempeñamos. La imagen y la solvencia de la candidatura olímpica han quedado en entredicho. Aquí y en el extranjero, donde la prensa se ha hecho eco del fiasco. Pero también queda en entredicho, una vez más, la imagen del diseño español, sabiendo la importancia de la imagen gráfica de una candidatura olímpica para la Marca-País.
Las asociaciones de diseño firmantes nos ofrecemos a asesorar y colaborar en las convocatorias futuras, aportando nuestro criterio y rigor a las instituciones y empresas públicas y privadas que lo requieran, y enérgicamente manifestamos nuestro desacuerdo con que estos concursos sigan siendo una opción, cada vez más habitual desafortunadamente, para la búsqueda y contratación de soluciones de identidad y diseño.
Pedimos, asimismo, respeto hacia nuestra profesión y aquellos que la ejercemos, y reclamamos que el diseño, como actividad económica y como pieza esencial de la imagen de nuestro país, de nuestras ciudades, de nuestra cultura empresarial, sea considerado en la medida que se merece.
Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV)
Asociación de Diseñadores Industriales de Euskadi (EIDE)
Asociación Galega de Deseñadores (DAG)
Associació de Directors d’Art i Dissenyadors Gràfics (ADG-FAD)
Asociación de Profesionales del Diseño y de la Comunicación Publicitaria de la Región de Murcia (DIP)
Asociación de Diseñadores Gráficos de Asturias (AGA)
Asociación Española de Profesionales del Diseño (AEPD)
Asociación de Empresas de Diseño Español (RED-AEDE)