“Conjugar de manera extraordinaria los valores de la industria artesana tradicional con la vanguardia en el diseño de mobiliario de alta calidad, desde una perspectiva de sostenibilidad medioambiental en continuo contacto con la innovación y la dimensión social del diseño”, le han valido a Expormim, empresa asociada a la ADCV, el Premio Nacional de Diseño 2021.
Un galardón que reconoce las más de seis décadas de trayectoria de la empresa familiar valenciana, que es actualmente el único fabricante de mueble de ratán de Europa y exporta más del 70% de su producción a países de todo el mundo.
Mercedes Laso, nieta del fundador de la compañía y actual gerente, nos cuenta qué supone recibir el Premio Nacional y hace balance de la trayectoria, presente y futuro de Expormim.
"Vivimos un momento decisivo en nuestra historia como sociedad. Necesitamos rediseñar el futuro de la industria; conceptos como RSC, economía circular o preservación de artes y oficios cobran más sentido que nunca. Hemos de pensar en qué legado queremos dejar"
¿Qué supone para Expormim recibir el Premio Nacional de Diseño?
El Premio Nacional de Diseño es el máximo reconocimiento al que una empresa dedicada al diseño como la nuestra puede aspirar en el ámbito nacional. Por eso resulta difícil explicar la alegría, la satisfacción y todo el cúmulo de sentimientos positivos que se sienten cuando se logra dicho reconocimiento.
Es un galardón detrás del cual hay trabajo, esfuerzo, dedicación y el empeño de querer hacer las cosas bien. Para Expormim supone seguir pensando en diseños arraigados en el territorio, en la cultura y en la historia, que hablan de lo que somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Solo con un diseño así nos atrevemos a mirar hacia adelante, hacia un futuro más luminoso, como el Mediterráneo del que procedemos con los mejores artesanos.
El jurado destacó en su fallo que Expormim “sabe conjugar, de manera extraordinaria,” tradición, vanguardia, calidad, innovación y dimensión social del diseño. ¿Cómo se integran en la propuesta de la empresa?
En la actualidad, somos el único fabricante de mueble de ratán que sobrevive en todo el ámbito europeo. En nuestros talleres, hay gente que empezó a trenzar hace 30 años. Es un oficio que aprendieron trabajando, porque no hay escuela. La escuela es el taller o, en nuestro caso, la fábrica. Y ahí siguen haciéndolo como se ha hecho toda la vida, pero desde una perspectiva contemporánea.
En ella se transmiten el conocimiento y el buen saber hacer artesanal, de generación en generación: las personas artesanas aprenden trabajando y mientras trabajan siguen aprendiendo con cada nueva técnica y cada nueva mejora del proceso de producción. Pero no basta con rescatar y revalorizar la tradición artesana. También ha sido necesario ‘ponerla al día’ y esto se ha conseguido mediante el diseño. Un diseño que se ha ido asumiendo de manera progresiva en las diferentes áreas que conforman nuestra empresa a través de un proceso de capilaridad. Poco a poco, pero con seguridad, la “cultura del diseño” ha ido impregnando todos y cada uno de los departamentos de Expormim. La implementación y buen uso del diseño como herramienta y como estrategia es lo que nos ha permitido evolucionar, crecer y convertirnos en una empresa vanguardista.
Desde su experiencia de seis décadas en el sector, ¿cómo ha evolucionado la percepción y el papel económico y social del diseño?
En los últimos años, el diseño empieza a tener mayor visibilidad en la sociedad, se está generando un caldo de cultivo interesante. Estamos en un momento decisivo. De las empresas, profesionales del diseño e instituciones depende que se aproveche esta oportunidad y que, gracias a él, se genere tejido industrial de valor (se creen puestos de trabajo profesionalizados, que aporten valor competitivo a nuestras empresas más allá de nuestras fronteras), y que no pase como en otras ocasiones, donde el diseño se ha limitado a temas formales y superficiales. Es necesario integrar una buena gestión del diseño dentro de nuestras empresas.
Uno de los principales retos y oportunidades del sector es la sostenibilidad. ¿En qué líneas está trabajando la compañía?
Hay muchas formas de perseguir la belleza y conseguir la excelencia, pero no todas igual de correctas. La nuestra está profundamente comprometida con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Porque nos importan el medio ambiente, el bienestar de todas las personas y un crecimiento económico consciente. Solo así es posible mejorar el mundo en que vivimos y contribuir a la construcción de un futuro prometedor.
El ratán ha sido uno de los signos distintivos de la empresa. ¿Qué aporta, qué retos plantea?
El rattan es un material humilde, pero tremendamente rico en matices, noble, duradero y que aparece fuertemente vinculado a la tradición mediterránea. Es algo intrínseco a la naturaleza de Expormim, forma parte de nuestro material genético, desde el principio. Traerlo de vuelta, darle nueva validez mediante el diseño, revigorizar el proceso creativo en torno a él y rescatar un oficio artesano que parecía condenado al olvido fue resultado de la incorporación a la ecuación de la cultura del diseño y la cultura del proyecto.
Expormim ha colaborado con prestigiosos profesionales y estudios de diseño. ¿Cómo se articulan esas colaboraciones y cuál es el balance?
La externalización de encargos a profesionales del diseño ha supuesto un aprendizaje constante y una fuente recíproca de conocimiento y de experiencia. Hemos aprendido con quienes colaboramos y a la vez, diseñadores y diseñadoras han aprendido de nuestra empresa. También ha sido una fuente inagotable de anécdotas, de recuerdos y de construcción de un espíritu colaborativo que ha contribuido decididamente a hacer de Expormim la empresa que es hoy.
Sobre todo, a lo largo de todo este recorrido, nos hemos dado cuenta que el diseño debe calar, profundizar en su utilidad real, en su funcionalidad, en su capacidad para incidir en la sociedad y sobre todo, en la necesidad de dialogar con la industria para exprimir al máximo todo su potencial.
Creemos en las colaboraciones a largo plazo. Es muy importante que ambas partes compartan los mismos valores con la intención de que se produzca esa química necesaria entre profesional del diseño y empresa para que el proyecto llegue a buen puerto. No nos motiva coleccionar grandes nombres del diseño; nos motiva que lo que se genere de esta colaboración sea realmente bueno y perdurable.
¿Podría destacar alguno de los diseños, colecciones o productos emblemáticos, que han marcado un hito en la trayectoria de la empresa?
El columpio Nautica, de MUT Design, que hoy seguramente sea el producto que todo el mundo asocia con Expormim casi sin pensar; la silla Huma, de Mario Ruiz; la colección Lapala diseño, de Lievore Altherr Molina, y la colección Frames, diseño de Jaime Hayón. Todas ellas resumen a la perfección lo que es Expormim.
"La cultura del diseño ha ido impregnando todos y cada uno de los departamentos de Expormim. La implementación y buen uso del diseño como herramienta y como estrategia es lo que nos ha permitido evolucionar, crecer y convertirnos en una empresa vanguardista"
En su vídeo de presentación, se subrayaba que el 70% del negocio de Expormim corresponde a la exportación. ¿En qué fórmula o modelo se ha apoyado la empresa familiar valenciana para estar presente en países de los cinco continentes?
Desde los orígenes de la empresa, Expormim siempre ha tenido una marcada vocación exportadora. Durante los últimos años se ha realizado un gran trabajo en la distribución. Hoy día la exportación supone el 70% del negocio y estamos orgullosos de poder llegar a casi todas las partes del mundo. Nuestros principales mercados son EEUU, Francia, Portugal, Reino Unido, Suiza, Oriente Medio y Australia.
Desde la perspectiva que da ser Premio Nacional, y en un contexto tan complejo como en el que nos encontramos, ¿qué le aconsejarían a una persona joven que quiera dedicarse profesionalmente o emprender en el mundo del diseño?
El contexto actual es complejo pero en términos de diseño se ha avanzado muchísimo. En la actualidad la mayoría de nuestras medianas y grandes empresas cuentan con departamento de diseño, cuando hace apenas 15 años no era así. Le aconsejaría que sea curiosa y que en estos primeros estadios aprenda, que no tenga prisa. El buen diseño es fruto de años de experiencia, es más importante aprender a pie de campo (donde se encuentra el problema), que dedicarle muchas horas a la pantalla (más horas aprendiendo y pensando que ejecutando). En València tenemos excelentes profesionales de la industria creativa y a la vez nuestras empresas atesoran gran saber hacer. El reto es alinear las necesidades reales de la empresa con las inquietudes de las mentes creativas.
¿Cuáles son los planes o principales proyectos contemplados en la estrategia de Expormim a corto, medio y largo plazo?
A corto plazo, este año hemos lanzado ampliaciones de producto en colecciones como Lapala, Blum, Atrivm, Liz y Nido. Colecciones que están funcionando muy bien y que demandan de nuevas versiones de tipologías y acabados, con la intención de que puedan entrar en nuevos escenarios proyectados hacía un exterior perceptivamente muy interior y acogedor. Algo que nos caracteriza y singulariza.
A medio y largo plazo, seguir apostando por la producción local, por mantener nuestro saber-hacer aportando valor, siempre con el mismo objetivo: preservar puestos de trabajo en fábrica. Pensamos que es todo un lujo poder defender la artesanía y los muebles que fabricamos en Moixent en los tiempos que corren.
Nos está tocando vivir un momento decisivo y trascendente en nuestra historia como sociedad. Necesitamos rediseñar el futuro de nuestra industria. Conceptos como economía circular, responsabilidad social y medioambiental, preservación de artes y oficios, etc… cobran más sentido que nunca. Hemos de pensar en qué legado queremos dejar a las generaciones venideras.